CRISIS DE CONCIENCIA Y EN BUSCA DE LA LIBERTAD CRISTIANA (CHRISTIAN FREEDOM) Por: Raymond Franz

Raymond Franz un ex testigo de Jehová, es miembro del cuerpo de gobernantes, el cual por muchos años batallo entre su conciencia y el estar sumiso a una organización, que si bien claro le enseño principios bíblicos, moralidad bíblica, enseñanzas bíblicas debía tener atada su conciencia muchas veces a los errores doctrinales de la misma, esperando que ella misma realmente rectificara de esas doctrinas erradas sobre el advenimiento del Mesías y que en algunos aspectos tal cual como las ESCRITURAS lo muestran dejara en libertad al Cristiano conforme a su conciencia siempre que esta no estuviera en contra de las BIBLIA en vez de a una organización, esos días no llegaban hasta que el mismo autor fue víctima del propio sistema organizativo, en sus propias palabras él mostró un profundo respeto y amor para los que fueron sus hermanos de fe envió varias cartas de apelación.

YA QUE TAL CUAL COMO FUE ALIENADO EN SU MENTE CREÍA QUE NO HABÍA MUNDO Y VIDA FUERA DE LA ORGANIZACIÓN RELIGIOSA A LA CUAL PERTENECÍA.


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Contrario a lo que otras WEB muestran de que el renegó de la enseñanza bíblica referente al PADRE Y EL HIJO, es decir que se volvió trinitario, RAYMOND solo fustigo la libertad de conciencia que no se le permitía tener a todo cristiano y algunas enseñanzas referentes a fechas y a los ungidos 144000, además de que este libro esta priorizado a su vida como testigo un estudio y lectura neutral nos deja ver que es para cualquiera que este en un esquema organizativo doctrinal.

En sus palabras introductorias nos dice:

EN LA HISTORIA de una organización religiosa pueden ocurrir momentos definidores: tiempos y circunstancias particulares que permiten penetrar más allá de la apariencia exterior y discernir el verdadero carácter y espíritu esencial de la organización.  La imagen propia de la organización, su mentalidad dominante y su punto de vista, la fuerza motivadora y su modo de responder a las retas o los desacuerdos, entonces pueden distinguirse con más claridad. Los factores que se asoman pudieran haber estado en existencia en todo tiempo, al centro interior de la organización, pero estaban sumergidos, hasta en aparente contradicción con su apariencia exterior y sus principios profesados.  Es posible que el momento  definidor produzca un retrato que de modo perturbador difiere de la imagen que la organización ocupa en las mentes de su membresía, y tal período definidor hasta pudiera escapar su noticia si los que están al centro de la organización pueden suprimir tal despertamiento.  Los lectores del libro que aquí se presenta en su mayoría tendrán por lo menos alguna familiaridad con la religión de los Testigos de Jehová.

Así que consideren ahora las siguientes declaraciones y pregúntese en cuanto a la fuente probable de sus expresiones, así como de su validez:

El hombre carnal puede ver que un cuerpo organizado, con un propósito definido, es algo más o menos poderoso; por tanto ellos tienen en consideración a las diversas organizaciones, de las que hemos salido en obediencia a la llamada del Maestro. Pero es difícil que entienda cómo un grupo de personas, sin organización visible, pueda llevar a cabo alguna cosa. Al observarnos, nos consideran un puñado de escaramuzadores dispersos, una “gente peculiar”, con ideas y expectativas muy peculiares, pero sin un interés digno de mención.

Siempre rechazamos el ser llamado por cualquier otro nombre que el de nuestro cabeza, cristianos, clamando continuamente que no puede existir división entre quienes de continuo están bajo su Espíritu y ejemplo como se nos da a conocer a través de su Palabra.

Cuidado con el asunto de “organización”. Es del todo innecesaria. Las normas de la Biblia son las únicas que se necesitan. No pretender obligar la conciencia de otros y no permitir que otros hagan lo mismo con la propia. Creer y obedecer hasta donde se puede entender la Palabra de Dios al día de hoy, y continuar así creciendo día a día en gracia, conocimiento y amor.

De manera que no importa cualesquiera nombres por los que puedan llamarnos; no reconocemos otro nombre que el “único nombre dado bajo el cielo y entre los hombres”, Jesucristo. Simplemente nos llamamos sencillamente  CRISTIANOS y no ponemos valla para separar de nosotros a cualquiera que crea en la piedra de fundamento de nuestro edificio mencionada por Pablo: “Que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras”; y aquellos para quienes eso no esté suficientemente claro no tienen derecho al nombre de Cristiano.

Si se les pidiera asesorar y caracterizar estas declaraciones y principios presentados, entre los Testigos de Jehová la mayoría hoy día seguramente los clasificarían como de una fuente “apóstata.” La fuente verdadera es, sin embargo, la revista  Watchtower de años anteriores. 1   El rechazo y el descartar los principios avanzados en esas declaraciones publicadas constituyeron factores en una mayor transformación centro de un cuerpo de personas inicialmente unidas en una afiliación libre, sin alguna estructura  organizacional visible, resultando en su transformación en una organización muy centralizada con nombre distintivo y la pretensión del derecho exclusivo de ser vista como genuinamente cristiana. Esa transformación ocurrió hace muchas décadas  en el pasado.  Mas el modelo que estableció permanece en efecto hasta este mismo día y ejerce una fuerza controladora. De manera similar con los eventos y circunstancias presentada en Crisis de conciencia; Señalan un momento definidor en tiempos más recientes, el cual por muchos puede ser tan poco conocido como lo son las citas previas tomadas de la revista Watch Tower. La evidencia presentada en esta segunda edición demuestra el impacto continuo de los eventos de aquel período a través de años sucesivos y llegando hasta este siglo veintiuno. En vez de disminuir su pertinencia, los años que han pasado sirven más bien para realzar la significación de aquel período y sus eventos, y validar el cuadro que se desenvuelve, proveyendo ejemplos vivientes de su efecto correspondiente en las vidas de personas.  Por medio de ese fondo de tal período definidor es posible que se discierne una realidad que hoy es tan significativo y crucial como lo era al tiempo de la escritura original de este libro.

Lo que este libro contiene se escribió debido a cierto sentido de obligación para con personas a quienes amo sinceramente. Con toda buena conciencia puedo decir que su meta es la de ayudar y no la de herir. Si, al leerse, algunas de las cosas que se presentan causan dolor, también fue doloroso escribirlas. Se espera que el lector reconozca que la búsqueda de la verdad nunca tiene que ser destructiva de la fe, que cada esfuerzo  por saber y sostener la verdad fortalecerá la base de la fe genuina. Lo que hagan con esta información quienes la lean es, por supuesto, la decisión de ellos. Al menos se habrá dicho, y una responsabilidad moral se habrá cumplido.

La vida es incierta y cuando muere un hombre lo que él conoce muere juntamente con él—a menos que él lo transmita mientras aún está vivo.

SHALOM A TODOS
ATENTAMENTE RICARDO ANDRES PARRA RUBI