SEFER HA YOVELIM
El Libro de los Jubileos es una de las más importantes obras pseudoepigráficas del Antiguo Testamento, tanto por su extensión relativa como por su coherente contenido.
El rasgo, muy propio de esta obra, de presentarse como una revelación efectuada por encargo divino y en primera persona por un ángel "de la faz", o "divina presencia" a Moshe en el monte Sinaí. Aquél le hace depositario de las tablas de la Torá y, a la vez, de profecías completas sobre las gracias y desgracias que alcanzarían a Israel.
El Libro de los Jubileos ha recibido también otras denominaciones , fácilmente explicables por su contenido, como la de:
«Pequeño Génesis»
«Apocalipsis de Moisés»
«Testamento de Moisés»
«Libro de las Hijas de Adán»
«Vida de Adán»
A las que hay que añadir, por supuesto, la de la versión etiópica, Mashafa Kufale:
«Libro de la distribución (de los días de la Torá)»
Los analistas se han percatado que Yahoshúa celebró la Última Cena en vísperas del Pesaj según el calendario del Libro de los Jubileos, un martes por la noche según el punto de vista occidental o el inicio del miércoles según el punto de vista judío y no un jueves como dice la tradición cristiana.
Abrahám prefería a Yaakov, e Yitzjak a Esaú. Abrahám vio las obras de Esaú y supo que en Yaakov tendría nombre y descendencia; así que llamó a Rebeca y le dio indicaciones acerca de Yaakov al ver que también ella lo prefería en vez de Esaú, y le dijo lo siguiente:
Hija mía, cuida a mi nieto Yaakov, pues él ocupará mi lugar en la tierra como bendición para la humanidad y orgullo para toda la descendencia de Sem. Sé que YHWH lo elegirá como pueblo escogido de cuantos hay sobre la faz de la Tierra; pero mi hijo Yitzjak prefiere a Esaú, aunque yo veo que tú amas verdaderamente a Yaakov. Auméntale aún más tu favor, y estén tus ojos en él amándole, pues será nuestra bendición en la Tierra desde ahora y por todas las generaciones del mundo. Ten valor y alégrate por tu hijo Yaakov, pues lo amo más que a todos mis hijos. Eternamente será bendito, y será tal su descendencia que llene toda la tierra; si alguien pudiera contar la arena del suelo, podría contar también su descendencia. Cualquier bendición que me haya concedido YHWH a mí y a mi descendencia, que sea para Yaakov y la suya perpetuamente; sea bendito en su descendencia mi nombre y el de mis padres: Sem, Noé, Henoc, Malaleel, Henos, Set y Adam, los cuales sirven de cimiento al cielo, de apoyo a la tierra y de renovación a todas las luminarias sobre el firmamento.
Luego llamó Abrahám a Yaakov, a la vista de su madre, Rebeca, lo besó y bendijo:
Hijo mío, Yaakov, amado, preferido de mi alma, Elohim te bendiga desde lo alto del firmamento y te dé todas las bendiciones que otorgó a Adam, Henoc, Noé y Sem, y que todo cuanto me ha enumerado y dicho que me daría lo haga inherente a ti y a tu descendencia por siempre, mientras siga el cielo sobre la Tierra. No tengan poder sobre ti ni tu descendencia los espíritus de Mastema (Satán) para alejarte del YHWH, tu Elohim, desde ahora y por siempre. Que YHWH ELOHIM sea tu PADRE, y tú, su hijo primogénito y su pueblo perpetuamente. Ve, hijo mío, en paz. (Libro de Los Jubileos 19 y 22)
En el Tanaj, en el libro de Job capítulos 1 y 2, se describe que en los cielos, al presentarse ante YHWH su comitiva celestial, Satán quiso hacerle ver a ELOHIM que Job era un hombre fiel dado que no carecía absolutamente de nada, pues todo recibía de su YHWH. Por lo que EL PADRE puso a disposición de Satán todo cuanto le había dado a Job; a lo que Satán se valió de ello para hacer que renegara del YHWH quitándole bienes, hijos y salud; mas Job nunca renegó de ELOHIM por causa de Satán.
Asimismo, un hecho casi similar sucedió en la vida de Abrahám, el hombre que también es conocido como el padre de la fe, el patriarca de generaciones; pues la prueba de fe que YHWH le ordena lleve a cabo al ofrecerle la vida de su hijo Isaac, fue motivada por Satán. Y así está escrito en el Libro de Los Jubileos capítulo 17 , que a la letra dice:
…se dijo en los cielos de Abrahám que era fiel en todo lo que se le ordenaba. YHWH lo amaba, pues había sido fiel en la adversidad; pero llegó el príncipe Mastema (Satán), y dijo ante ELOHIM: Abrahám ama a su hijo Isaac y lo prefiere a todo. Dile que lo ofrezca en holocausto sobre el altar y verás si cumple esta orden. Entonces sabrás si es fiel en todo tipo de pruebas…
SHALOM A TODOS
ATENTAMENTE RICARDO ANDRÉS PARRA RUBÍ
MALKIYEL BEN ABRAHAM